Para los que vieron la película Le Mans 66 y para los que conocen el profesionalismo de Ken Miles, como piloto, mecánico, tester y profesional, saben de la injusticia que sufrió en el final de aquélla última vuelta de Le Mans.
Inspirado en aquél momento en que él iba primero, sacándole una vuelta a sus compañeros de equipo y conociéndo su máquina a la perfección, hice ésta pintura. Para remendar de alguna forma la injusticia "corporativa" que le tocó vivir... y morir unos meses después.
Me va a costar vender este cuadro, porque Ken Miles es un ejemplo para mí. Seguramente volverá la historia en una acuarela.
Está disponible para entrega inmediata en formato 100x100 cm . Es un díptico de 2 piezas de 50x100 cm
Acrílico sobre bastidor, pintado a mano.